Si eres de los que, como a mí, os encantan los tonos neutros y claritos para las paredes, tenéis que tener en cuenta algunas claves para evitar espacios sosos o poco acogedores. 

Los colores neutros son siempre una buena opción en cualquier estancia, pero sobretodo en espacios pequeños y/o poco luminosos. Normalmente, los recibidores carecen de mucha luz natural por lo que la apuesta por una pintura clara y neutra es todo un acierto. Pero, si además sois apasionados de los muebles claros, necesitaremos aportar esa nota de color que el propio espacio nos va a pedir a gritos. 

No es necesario utilizar colores fuertes ni vivos, aunque usándolos con moderación aportarán alegría. Podemos utilizar colores un poco más fuertes dentro de la gama cromática de los tonos elegidos para las paredes y muebles, o bien colores que combinen bien.

• Flores: un simple jarrón con unas flores bonitas pueden darte un resultado fascinante. Puedes utilizar varios colores, flores grandes o pequeñas,en un jarrón grandes, en pequeños floreros...Dependiendo de las dimensiones del mueble donde las coloques y de tu gusto!
• Muebles: puedes lograr un espacio lleno de personalidad, diferente y con estilo introduciendo un mueble de color.  Elige tonos pasteles, colores empolvados y envejecidos, liso, con algún estampado o algún elemento en otro color . Recuerda que queremos introducir una nota de color, no es necesario introducir demasiado y que ¡menos es más!.
• Cuadros/Espejos: Un espejo con un marco colorido que rompa con los tonos neutros o unos cuadros llenos de color que aporten alegría. 
• Papel Pintado: Igual lo único que necesitas es poner un papel pintado en tonos discretos y estampados sencillos para conseguir el efecto que deseamos. 
• Accesorios decorativos:Al igual que comentábamos en puntos anteriores, no es necesario introducir muchos colores o colores llamativos. Un bonito jarrón, figura o portavelas que rompan con los colores neutros que tenemos es suficiente.